A fin de resolver de una vez el actual problema de la Deuda Soberana
europea y, de paso, dar liquidez a la banca europea, se podría:
1.- Establecer la Unión Fiscal Europea
y una Unión Política que gestione el presupuesto y pueda endeudarse.
2.- El BCE emitiría moneda para comprar toda la deuda de los
países europeos en manos de la banca europea.
3.- Una parte de esa deuda, proporcional al PIB de cada país
y que habría que calcular para que fuese el máximo posible sin romper la
proporcionalidad entre los países, sería amortizada y monetizada, por parte del
BCE. Dada la diversidad de plazos, el cálculo se haría a valor presente.
4.- El resto de la deuda, incluida la mantenida por la banca
extranjera, los particulares, los
Estados Soberanos y otras instituciones, sería canjeada por deuda europea
(eurobonos). El canje de bonos sería voluntario y se haría con una revisión de
los tipos que compense por la diferencia de riesgo entre los nuevos bonos y los
antiguos de cada país, pero que incentivase el canje.
5.- Considerar la posibilidad de monetizar también parte de
los eurobonos, en función de la experiencia de la fase 3 y de la fortaleza del
euro. En el caso de los eurobonos, la monetización es cambiar un pasivo a medio
y largo plazo: bonos, por otro en efectivo: dinero, emitido por el BCE. Similar
a la operación “twist” del FED, pero con el vencimiento de la nueva deuda no a
corto sino a la vista, es decir: una amortización anticipada de los bonos. Como
el euro no está vinculado al oro, no hay riesgo de que nadie solicite su
conversión, pero podrían convertirlos parcialmente a otras divisas. Si el
importe de la operación fuese elevado, podría devaluar al euro, motivo por el
que la operación habría que graduarla en el tiempo, posiblemente a lo largo de varios años.
6.- A cambio de la amortización y monetización de la deuda
por parte del BCE, los países europeos cederían a Europa todos sus derechos
fiscales futuros y los derechos para emitir deuda soberana en el futuro, por
medio de eurobonos.
7.- La deuda no monetizada que quedase en manos del BCE
sería una deuda pendiente de cada estado miembro con el BCE que devengaría el
tipo de interés que se fije, el mismo para todos, e iría siendo amortizada en
ejercicios posteriores, por medio del saldo fiscal entre lo recaudado por
Europa en el país y los fondos asignados al país en los presupuestos europeos
de cada año, hasta su total amortización. Esa parte residual es la que
discrimina a los países más endeudados de los menos endeudados, a fin de que
ningún país pague por el derroche de otros.
8.- Los bonos país no canjeados no se renovarían, siendo
amortizados a su vencimiento por el BCE con cargo al saldo de la cuenta de cada
país con el BCE.
9.- Los países dejarían de poder endeudarse y su
financiación solo podría venir de Europa, mediante los presupuestos federales o
préstamos del BCE.
Como consecuencia:
- Hay un fuerte incentivo para acelerar la unión fiscal y
política de Europa
- No se produciría ningún fallido por parte de ningún país ni se necesitaría rescate alguno
-Ningún estado pagaría por la mala gestión de otros, ya que
cada país “pagaría” la cancelación de su deuda por el BCE con los derechos
fiscales que cedería al gobierno federal, cuyo valor será el valor presente de
lo que se recaude en el futuro, y la deuda remanente debida al diferencial con
los otros países, se amortizarían mediante futuros saldos positivos del presupuesto del país.
-La contrapartida contable de la deuda de los estados miembros
asumida por el BCE sería los derechos fiscales.
-Los Estados Europeos verían reducida su deuda
drásticamente, por lo que pagarían menos intereses, acelerando el recorte del
déficit público
-Los Bancos europeos tendrían liquidez y se librarían de
activos con riesgo
-Al mejorar su coeficiente de liquidez, podrían dar más
préstamos
-Al perder los intereses de la deuda, tendrían interés en
buscar inversiones alternativas, incluso comprar más deuda en el mercado
secundario, ya que al ser cada vez más escasa y con menor riesgo, la deuda
europea tenderá a revalorizarse.
-La inyección no tendría grandes efectos inflacionistas,
dado que se trata de una compra de activos financieros entre entidades.
-Los mínimos efectos que pudiese tener el acortar los vencimientos
sobre la cotización del euro favorecerán las exportaciones europeas,
incentivando el crecimiento económico.
-Es previsible que los ciudadanos europeos vean con muy
buenos ojos una operación que les va a permitir librarse de la deuda pública.
-Europa habría dado un paso de gigante y el euro saldría muy
fortalecido. De hecho, la operación es un gran incentivo y una oportunidad para
acelerar la integración europea.
-El plan no debe relajar el esfuerzo de los gobiernos por
ajustar el déficit y mejorar la aerodinámica de la administración.
Anexo
Cancelación de la Deuda Soberana
Aspectos contables:
Activo Pasivo
El BCE emite euros
Caja a Efectivo en circulación
Compra de Deuda Soberana
Deuda
Soberana 1 a Caja
Canje de la Deuda Soberana
Deuda
Soberana 2 a Eurobonos
Condonación de la Deuda Soberana
Derechos
Fiscales a Deuda Soberana 1 y 2
Monetización de los Eurobonos
Eurobonos a Efectivo en circulación
La consecuencia neta
de la operación sería:
-Aumento del efectivo en circulación
-Disminución de la deuda por su amortización anticipada, sin
desembolso alguno por parte de los Estados Miembros
-Transferencia de los derechos fiscales a Europa
Contablemente, los derechos fiscales podrían valorarse al
valor presente de los ingresos fiscales previsibles en el futuro.
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