El problema de raíz de la situación de desgobierno en la que
se encuentra España es que no hay ningún candidato que inspire confianza a la
mayoría. Lo cual me hace pensar que no contamos con un buen método para
seleccionar candidatos. Está visto que los que se presentan están movidos por
su ambición personal y no parece que los guíe un espíritu de servicio a la nación
y algunos de ellos han dado repetidas pruebas
de carecer del temple y virtudes exigibles a un Presidente de Gobierno y de no
tener sentido de estado.
Da la impresión que los mejores, y más aún si son honrados,
no se ven atraídos por la política. Una solución sería cambiar la Constitución,
implantar la democracia directa y que a los candidatos se les seleccionase por
su capacidad, carácter, moralidad, formación y méritos por una comisión de personas con experiencia de gobierno que podría ser el Consejo de Estado y fuese
elegido uno entre los diversos candidatos que esa comisión proponga, mediante
el voto directo de los ciudadanos. El elegido formaría Gobierno con quienes él eligiese y el Parlamento legislaría y controlaría al Gobierno, cosa que
ahora no hace, ya que el gobierno, al haber sido nombrado por la mayoría
parlamentaria, no va a ser criticado por quienes les han puesto en el cargo, máxime
cuando ha sido la camarilla en el gobierno quienes han incluido a los
parlamentarios en las listas cerradas para ser, a su vez, elegidos por ellos. Con este sistema lograríamos una auténtica separación de poderes, al elegir el pueblo, por un lado al Gobierno, al ejecutivo, personas con un perfil gerencial y una pulsión por la eficacia y, por otro lado, a los miembros del Parlamento, el legislativo, personas con un pefil legal y una sensibilidad por la justicia. Lo que evitaria las tentaciones totalitaristas de acumular poderes y prescindir de Montesquieu.
Los candidatos a la Presidencia del Gobierno no se presentarían por ambición personal al
cargo, sino que serían movilizados por La Corona y se verían obligados a
prestar servicio por patriotismo.
En la situación actual, se podría considerar la opción, si
fuese posible, de que al Rey le propongan una terna de hombres notables
seleccionados por el Consejo de Estado y, tras consulta con los líderes de los partidos políticos
electos, ahora en litigio, proponga a uno de los tres seleccionados tras conocer las preferencias. No nos fue tan mal con Suarez. Yo votaría de presidente
a D. Amancio Ortega, pero yo no tengo acceso al curriculum vitae de todos los españoles, seguro que hay muchos buenísimos para el cargo y el Consejo de Estado cuenta con medios y conocimientos para hacer una buena selección. El caso es pasar de contar
con cuatro candidatos que nadie quiere a tres candidatos que todos quisiéramos
como Presidente del Gobierno
6 comentarios:
Recibido por email
I
Aunque estoy de acuerdo en que ninguno de nuestros lideres políticos, a nivel de Estado, Comunidad o Municipio, dan la talla, cariñosamente discrepo de ti en la visión del momento político actual a efectos de formar gobierno; es que creo que no es un tema de candidatos, es un tema de partidos.
Veamos lo que piensa mi pactómetro particular, olvidándonos de nombres propios de personas. Pero es un pactómetro que ya está bajo de pilas.
Si el PSOE pacta con Podemos y acepta su propuesta demostrará que es un títere en sus manos y perderá mucho electorado. Pero si pacta con el PP será su ruina definitiva como partido “socialista”. Solo tiene la solución que está proponiendo un tanto arriesgadamente: elaborar un plan que abarque todo, generación de empleo, pago de deuda, salario digno, fin de la corrupción, restitución de servicios sociales, reforma de la Constitución, etc. Y pedir , no ya la adhesión a su persona, sino la adhesión al plan. De esa manera trata de devolver el caramelo envenenado que le mandó Podemos de cara a la galería de izquierdas y que demuestra que no desea pacto sino propaganda electoral de cara a unas nuevas elecciones que le haga mejorar su posición en el gallinero. Lo que pasa es que ese plan no es demasiado viable con la Unión Europea apretando. Así que suena también a previa propaganda electoral de desgaste de los partidos. Pero si quiere recuperar su prestancia de hace 25 años no tiene otra.
y II
La oferta de Podemos no la llego a asimilar. Le ofrece la presidencia del gobierno al PSOE pero le da el gobierno hecho, se reserva los mejores ministerios, y le marca una rígida vía de movimiento basada en la desconfianza y lo peor es que se lo cuenta al Rey y a la Nación sin haber informado previamente al interesado. Es una burla tan burda que lo lógico es pensar que solo quiere desgastar al PSOE de cara a unas nuevas elecciones y hacerle parecer culpable de tener que llegar a ellas. Cosas veredes en política.
El PP sabe jugar muy bien los tiempos pero está desbordado; por una parte la renuncia de Rajoy después de haber alardeado de una victoria en las elecciones le presenta como oportunista, por otro lado la corrupción en Valencia, su bastión mas fuerte con Madrid, le va a pasar factura. Necesita una renovación de su cúpula y que entre aire fresco que huela a limpio. En estos momentos es imprevisible, porque como ya vimos cuando perdió la primera vez con Zapatero, se pone muy violento verbalmente, lo cual no es oportuno con tanto reparto de votos. Está claro que si el PSOE lograra formar gobierno, el PP iba a desencadenar una lucha a navajazo limpio de resultados imprevisibles, salvo el fin de la legislatura.
Ciudadanos ha sacado mucho peores resultados de los que se esperaba y está tratando de convertirse en la voz de la razón centrista, pero en estos momentos los votantes españoles no entienden de razones sino de vísceras. Vuelvo a recordar a UPyD. La Democracia de Partidos a la española ha fabricado un electorado nervioso y mal educado.
De todas maneras es previsible que esta legislatura dure, en caso de arrancar, muy poco. Y eso todos los partidos políticos lo saben. Son por tanto equívocos todos sus mensajes de compromiso.
Con respecto a eso de la tecnocracia que dices , el comité de expertos, el parlamento controlando al gobierno etc, solamente son buenos deseos que también figuran en nuestra Constitución. Lo que pasa es que luego hay que desarrollar esos deseos mediante decretos.
Yo lo veo como una aporía, porque a su vez a los expertos que harán la terna habrá que seleccionarlos por su curriculum, su integridad y su capacidad de gestión, y a los expertos que eligen a los expertos que harán la terna habrá que seleccionarlos por su curriculum, su integridad y su capacidad de gestión. Así “ad libitum”. Aquiles nunca alcanzará a la tortuga.
Y evidentemente, las personas a elegir en referéndum deben ser conocidas por todos y en este mundo de hoy eso sólo se puede hacer a través de los medios de comunicación, que son todos sin excepción amarillos pardoscuros.
Si los partidos políticos profesionales, con o sin primarias, con su espíritu de clase ( que no conciencia), y con sus torticeros y demagogos razonamientos falaces, van a seguir nutriendo la representación política de los ciudadanos, apaga y vamonós. Todo tendrá apariencia de cambio para que en realidad nada cambie.
Porque el gobierno necesita a los gobernados, pero el poder está ensimismado y no necesita a nadie. Parece ser que somos los demás los que necesitamos a los poderosos.
Luis Javier
El presente artículo partió de una idea en un Twit, evolucionando hasta lo que ahora es gracias a las aportaciones de @vicentejuan
Gracias Vicente
Querido Carlos, es una delicia leer comentarios tan lúcidos en tu blog. Te podría decir que suscribo en su totalidad lo que en él se dice.
Sería oportuno añadir a ese comentario otras opiniones igual de lúcidas pero con distintos puntos de vista, y abrir un debate con el fin de que, reflexionando entre todos, pudiéramos ver una salida al túnel político-económico en que nos encontramos.
Siempre agradecido al pie que das para ello en tu blog, recibe un cordial abrazo de tu amigo.
Da gusto tener amigos
El problema es que no me leen más allá de 120 amigos, espero que alguno de ellos consiga que lo lean quienes deciden
Recibido por email
Yo propondría la terna:
- D. Amancio Ortega
- D. Carlos Espinosa de los Monteros
- D. ¿? Gorigonzarri
Aunque a Pizarro, no lo dejaría en la cuneta
Acertada tu propuesta, que coincide al 100 % con mi idea.
Javier
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