viernes, 30 de mayo de 2014

El motor de la economía


Como se afirmaba en el segundo informe del Club de Roma sobre la limitación de recursos, existe un recurso ilimitado: la capacidad de innovación del ser humano. La investigación es el principal recurso para el desarrollo pero, adicionalmente, se necesita un motor del desarrollo que utilice la innovación como combustible. Todo desarrollo económico necesita un factor del crecimiento o de una actividad motora que impulse el crecimiento. Así, el factor para el desarrollo económico del Sureste Asiático, China y la India, ha sido la mano de obra barata. El desarrollo de los países de la OPEP ha sido propulsado por el petróleo. El desarrollo de Sudamérica durante la década pasada ha estado basado en la extracción de materias primas. El desarrollo económico español de los siglos XVI y XVII tuvo por motor la extracción de plata y la acuñación de moneda, con las negativas consecuencias de toda expansión monetaria, como la inflación, pero logrando un indudable desarrollo económico y la total ausencia de paro, siempre estaba abierto un puesto en el ejército o la oportunidad de emigrar a las américas. El expléndido desarrollo económico de Inglaterra durante el desarrollo industrial tuvo por motor, nunca mejor dicho, a la caldera de vapor; con el tendido de líneas ferroviarias, la expansión de la industria, fundamentalmente la textil, y la mineria del carbón para propulsar las calderas. El desarrollo de Alemania de los siglos XIX y XX se basó en la ciencia y la tecnología, principalmente en la electricidad, la química y el acero: Siemens, Bayer y Krupp personalizan el motor económico alemán de esa época.  Los EE.UU. tuvieron dos modelos como motor del desarrollo: Al sur, la mano de obra esclava, los latifundios y la producción de tabaco, sobre todo en Virginia, y de algodón, principalmente en Alabama, Misisipi y Misuri. Al norte, el tendido de ferrocarril, la importación masiva de mano de obra emigrante y la colonización del Oeste son las bases del desarrollo, con la trilogía: ferrocarril, acero, petroleo liderada por Vanderbilt, Carnegie, Rokefeller, como principal motor del mismo. Cuando se ilegalizó la esclavitud y el modelo del norte se agotó, tras la colonización de California y concluir el enlace ferroviario del Este con el Oeste, se fue gestando la crisis del 29. El recurso keynesiano de aumentar el gasto público financiadolo con deuda, fue posible porque al tener el dólar vinculado al oro, los bancos centrales acumulaban dólares como activo de reserva, proporcionando una amplia base crediticia que permitió el gasto público, principalmente en armamento, y redujo el paro, pero no fue hasta la posguerra mundial que se puso en marcha un nuevo modelo de motor de la economía eficaz, formado por la realimentación entre la producción de automóviles, la construcción de autopistas y el desarrollo inmobiliario. El automóvil permitía vivir más lejos del centro de las ciudades, propiciando la construcción de zonas suburbanas que hacían más necesario al automóvil que precisaba de nuevas autopistas que, a su vez, permitían ir a vivir más lejos. Ese modelo ha sido copiado por la mayoría de las naciones occidentales y, sin ninguna duda, también de España.

Cuando el modelo se empezó a saturar, porque todo el mundo tenía automóvil, ya estaban construidas todas las autopistas posibles y se construían más casas de las demandadas; los norteamericanos lanzaron las punto com como posible nuevo motor para el desarrollo, pero la mano de obra requerida no resultó lo suficientemente masiva.

El problema fundamental, que afecta a los cimientos, de la crisis económica española, es que ha dejado de funcionar el motor del desarrollo económico: construimos autopistas sin tráfico, casas que no se venden y automóviles que tenemos que exportar para mantener las fábricas productivas. Los gobiernos toman los efectos como si fueran las causas del la crisis, pero la raíz del problema es que no hemos sido capaz de buscar un motor alternativo para impulsar el desarrollo económico.

Urge: -    Ser conscientes de que lo que falla es el motor del desarrollo
-    Inventarse un nuevo modelo que actúe como motor del crecimiento económico

Necesitamos ponernos a pensar que se puede hacer y habrá que encontrar alguna fórmula si queremos generar empleo masivo. La solución Keynesiana de recurrir a obras civiles masivas, financiadas con deuda, solo vale cuando se cuenta con crédito abundante y barato, como fue el caso de los EE.UU. antes y durante la segunda guerra mundial. La enorme deuda de los Estados Unidos (ver el enlace al final del artículo)* sigue siendo una amenaza mundial. Ya vimos el desastre que supuso para la economía egipcia la construcción del Canal de Suez, que terminó con la quiebra del país, la intervención de la hacienda pública por Inglaterra y Francia y la compra de la parte egipcia de las acciones del canal por Inglaterra.

Un motor que funcione tiene que ser una actividad económica que cree riqueza. Sin renunciar a que hay que esforzarse entre todos en buscar alternativas, a mi se me ocurre que, en un mundo globalizado, podría plantearse la estructuración de actividades económicas con una demanda global interminable, como son: la alimentación, el vestido, el transporte, las comunicaciones, las finanzas  y la energía.

Afortunadamente España ha demostrado signos de excelencia en todos esos campos: exportamos productos agrícolas, contamos con la obra de Amancio Ortega, instalamos trenes de alta velocidad en el desierto, tenemos entidades bancarias con expansión internacional y pudimos ser una potencia en materia energética.

Antes de la moratoria nuclear, la ingeniería nuclear española era una referencia para los países que querían instalar nuevas centrales. En más de una ocasión, cuando algún gobierno consultaba con, digamos, Westinghouse para pedir consejo sobre una nueva central, la respuesta era: “consultar con los españoles que eso lo tienen ellos resuelto”. Hoy, nuestros ingenieros nucleares, los pocos que nos quedan, se dedican al desmantelamiento de centrales. Me consta lo que afirmo, pues he sido consejero de INYPSA durante algunos años. Habría que recuperar la tecnología nuclear, para nuestras propias instalaciones y para exportar el diseño e instalación de centrales nucleares, sin merma de seguir investigando en renovables.

Como somos un país de libre mercado, el gobierno no puede ni debe crear una empresa nacional para cada una de las actividades económicas enumeradas, pero si podría hacer una planificación orientativa y canalizar las iniciativas mediante la adecuada legislación y estímulos.

Cuando los alemanes inventaron el Alto Estado Mayor, constituyó una originalidad que todos los países copiaron en poco tiempo. Japón inventó el Alto Estado mayor de la economía, el MITI, y nadie se lo ha copiado. El INI fue un intento plausible.

Propongo aquí crear un MITI español que planifique el diseñó, desarrollo e implantación del nuevo modelo de motor para el desarrollo económico, mediante el desarrollo de sectores que aspiren a satisfacer la demanda mundial.

*Deuda USA  http://www.usdebtclock.org/