jueves, 22 de febrero de 2024

 La Fe y la Razón

Dr. Carlos del Ama. Licenciado en filosofía

A Anna,

Me contaba un amigo que su hija, de 7 años, le dijo un día: “Papá, me hablas de Dios, pero yo no lo veo. ¿Cómo puedo saber que existe?”

Preguntarnos por las pruebas de la existencia de Dios debería ir  precedido de una reflexión sobre quién es Dios y otra sobre la esencia de Dios y sus potencias.

¿Quién es Dios? Para Aristóteles, Dios es el primer motor inmóvil. En el universo todo se mueve y todo es movido por una causa, pero debiera haber una causa primera del movimiento que no necesita ser movida por nada ajeno. En la Edad Media, Santo Tomás adapta las ideas aristotélicas a la teología cristiana afirmando que Dios es la causa eficiente no causada, eterna e inmortal. Lo que implica que no puede ser un ser material. El argumento cosmológico afirma que todo lo creado tiene un comienzo y una causa, salvo el creador de lo creado, quien ni tiene causa ni principio ni fin.

Para Platón, Dios es el fundamento de la realidad del que se predica la bondad y la sabiduría, debiendo ser sobrenatural e inmortal.

¿Cuál es la esencia de Dios? Volviendo a Aristóteles de nuevo, él considera que las cosas están constituidas por y definidas por materia y forma, de manera que la materia es aquello de lo que están hechas todas las cosas y la forma lo que las configura e individualiza como lo que son, identificándolas. Las cosas son lo que son, porque tienen la forma de lo que son.  En el caso de Dios, nos encontramos con un ser inmaterial, cuya esencia estaría constituida exclusivamente de forma, es decir, de información. Los físicos suelen decir que todo está hecho de energía, siendo la materia una forma de energía, pero la base de la energía es información. La energía es información codificada en ondas electromagnéticas, siendo la energía una forma sutil de la materia. La energía tuvo que ser creada en el Big Bang, como germen de la materia, que se formaría al ir colapsando las respectivas funciones de onda en un estado determinado. Pero la información, como se demuestra en el teorema de la esencia del universo “Quantum no-hiding theorem”,  es la esencia de todo lo creado y es eterna.

A la esencia de las cosas, Platón las llamó Ideas, por lo que podemos afirmar que, como parte del cosmos,  somos información. La ciencia nos confirma que la información no se pierde. Según la mecánica cuántica, el Quantum no-hiding theorem” afirma: Si la información de un sistema se pierde al interactuar con el entorno, esa misma información reaparece en otra parte del universo. Lo que demuestra que la información no se puede destruir, cuando desaparece de un sitio, reaparece en otro. Cuando se planteó si se podría perder la información sobre los objetos que caen a un agujero negro, los físicos Hawking, de  Oxford, y Thorne, de Stamford, apostaron sobre si esa información se perdía o no, su conclusión fue que esa información se queda en el horizonte de sucesos de los agujeros negros, aunque el objeto se destruya en su interior. Pero es más, concluyeron que, al ser la información ajena al tiempo, la información es eterna. Eso implica que la información era previa al inicio del universo y debió ser la totalidad de la información la que ya existía desde siempre, la necesaria para crear el universo en su totalidad y la que siempre ha existido. Para hacer cualquier cosa, hace falta saber qué es lo que se va a hacer, en construcción son los planos donde se recoge esa información, y hace falta saber cómo hacerlo, el plan de obra. La información eterna tuvo que ser total, consciente de sí misma y omnisciente y con capacidad para hacer cualquier cosa y todas las cosas, luego también tuvo que ser omnipotente. La omnisciencia implica e incluye el conocimiento de sí mismo, la conciencia plena de Dios sobre quién es Él y lo que es, la plenitud del ser Parménico. Plotino, en sus Ennéades, nos describe la creación mediante una serie de proyecciones desde el Uno omnisciente, el Ser inicial y eterno, a las que llamó  hipóstasis. Proyecciones y no emanaciones de sí del Ser. La información tiene la propiedad de que cuando se da o comunica a otro ser que la sabe interpretar. el ser que da información no la pierde para sí. A la primera hipóstasis la llamó Plotino el Uno, como único ser existente en ese instante como parte del Cosmos recién creado, constituido en su conjunto con una parte proyectada sobre la nada de parte de la información eterna y constituyendo la totalidad del ser creado hasta ese momento y diferente del Ser eterno y consciente de sí mismo, El Ser eterno, conocedor de lo que como Ser era y de lo que no era, tenía pleno conocimiento del no ser o la nada. Conocedor del valor de ser,  decidió dotar a la nada de ser por amor a su propio no Ser. La segunda hipóstasis sería el Vacío, como manifestación física de la nada y primer paso del universo creado con naturaleza física.

Tras recibir el ser lo que como nada no era, pasa a ser creado, generando el espacio vacío físico, Plotino  llamó  Inteligencia al espacio vacío (hoy lo llamamos espacio-tiempo), pues sería el ámbito encargado de procesar en su seno la información que había de recibir a continuación del Ser con la esencia de cada ser. A la proyección de las esencias la llamó Plotino tercer hipóstasis. Según ese relato, y en coherencia con las conclusiones de la mecánica cuántica, la esencia del universo es información. La tesis propuesta por Plotino de que el universo es una secuencia de proyecciones de información es coherente con la nueva teoría Holográfica, por la que los físicos consideran al universo como un holograma, una proyección de información codificada en forma de energía, percibida por nuestro cerebro como la realidad,  el universo, lo creado. Si Dios es eterno, solo puede ser esencialmente información, espíritu, inmaterial. Mera forma. También Platón, ya lo vimos, nos habla de las esencias de las cosas como constituidas por ideas, información pensada.

La Biblia nos dice que en el principio era el Verbo: expresión de la información, Y dijo Dios: “hágase la luz”, manifiéstese la información como universo, dejándose ver. Cuando Herodes le presunta a Jesús que ¿Quién es?, El contesta: Soy el Camino (el ejemplo de vida a seguir) la Verdad (la información correcta) y la Vida (el soporte de la información consciente). Dios es un ser consciente, omnisciente, omnipotente e inmaterial: Información viva y consciente de si, latente y potente, espíritu puro.

El conocimiento de Dios por sus criaturas. Difícilmente puede una criatura conocer a su creador salvo que Éste tenga interés en ser conocido, en cuyo caso se daría a conocer. Dios nos ha probado que desea ser conocido por sus criaturas, la información no es solo valiosa para actuar, también lo es para comunicarse y la comunicación requiere de interlocutores. Es por ello que Dios se manifiesta a sus criaturas por tres medios:

1.-En la magnificencia y espectacularidad del Cormos como su creador o Padre.

2.-En la persona del Verbo, Dios encarnado o Hijo, como ser vivo y eterno encarnado en la historia.

3.-Mediante el Espíritu Santo, que inspira desde el corazón a los creyentes que rezan con fe, les muestra apariciones místicas y les revela secretos, inspira a los profetas y muestra la gloria de Dios en los milagros y buenas obras de los santos.

Discutía yo, hace años. En Sanna, Yemen, con dos imanes árabes sobre la Trinidad y nos acusaban a los cristianos de politeístas por tener tres dioses. Yo argumentaba que solo puede haber un Dios, por la navaja de Ockham: “no hay que multiplicar los entes sin necesidad”. Pero es un Dios único que se manifiesta mediante tres aspectos, avatares o personas. La palabra persona vine del término prósopon, la careta que cubría el rostro de los actores clásicos, griegos y romanos, atribuyéndoles un aspecto adecuado a su personaje o modo de presentarse ante el púbico acorde con su función circunstancial, para facilitar su comunicación con el público. Finalmente, los imanes me dieron la razón, asumiendo mi relato, pero insistiendo que el Verbo auténtico en el que Dios habla a los hombres es el Sagrado Corán y no una persona divina. Mantuvimos nuestras diferencias de creencias, pero descartando el politeísmo atribuido por los musulmanes a los cristianos por la Trinidad.

La Trinidad. San Agustín nos dejó escrita una elaborada reflexión en su libro sobre La Trinidad, reflexiones que podíamos resumir diciendo que, según San Agustín,  Dios actúa mediante tres potencias semejantes a las potencias del alma humana:

Como Entendimiento, es decir conocimiento verdadero, conocido y consciente, don de inteligencia y suma sabiduría, manifiesto como Padre omnisciente, omnipotente y creador del universo.

Como Voluntad para la acción como Espíritu Santo cuya motivación para actuar es el amor.

Como Memoria, mediante el Hijo, como avatar histórico, ya que como Dios todo lo tiene eternamente presente.

Pruebas de la existencia de Dios. La prueba que tenemos más cercana a nosotros es nuestra propia existencia: El Principio Antropológico. El hecho de que la humanidad existimos. Somos seres vivos, racionales y conscientes de nosotros mismos, de nuestro entorno y del Cosmos, conscientes de que el ser y la vida nos han sido dados. Sabemos por la ciencia que vivimos en un universo en expansión, originado en un Big Bang. Un Universo finito en el tiempo y en el espacio, en cuyo seno hemos sido producidos a partir de moléculas fabricadas por síntesis de protones en el interior de las estrellas. Somos polvo de estrellas. Somos conscientes de que no nos hemos creado a nosotros mismos, somos seres causados. Pero la serie causal que nos dio la vida no puede ser infinita, dado que el universo es finito en el espacio y en el tiempo. Tuvo que haber una primera causa, previa al espacio y al tiempo, de la que surgieron nuestros inicios y a la que llamamos Dios.

Santo Tomás nos dejó, como pruebas de la existencia de Dios, las siguientes 5 vías:

 

1-      El movimiento

Todo lo que se mueve ha sido movido por algo. Debe haber un primer motor inmóvil al que llamamos Dios.

2-      Las causas eficientes

En la naturaleza nada hay causa de sí, todo tiene una causa. Debe existir una causa primera a la que llamamos Dios.

3-      Contingencia y necesidad

Todo en la naturaleza es contingente, podría no haber existido. Hace falta un ser necesario al que llamamos Dios.

4-      La causa final.

Se ve que la naturaleza está ordenada a un fin. El universo se despliega mediante un orden sincrónico y teleológico. Hace falta una inteligencia suprema que lo haya ordenado así y la que llamamos Dios.

5-      Los Grados de perfección.

En la naturaleza hay cosas más perfectas que otras. La perfección depende del grado de cercanía a la máxima perfección. Debe de existir una perfección suprema a la que llamamos Dios.

Otras pruebas de la existencia de Dios:

            Tenemos el argumento teleológico por sí mismo, la causa que sostiene el orden y la complejidad del Cosmos.

            El argumento sistémico, que muestra al universo como sistema ordenado y coordinado dentro de su complejidad.

            El argumento ontológico. A diferencia de los anteriores, es un argumento apriorístico en el que no interviene la realidad observada, Fue enunciado por Avicena y San Anselmo, según los cuales, Todos, incluso quienes niegan a Dios, tienen en su mente la noción de Dios, como un ser más allá del cual no cabe concebir algo más perfecto. Ese ser ha de existir, pues de no hacerlo, cualquier cosa existente seria más perfecto que lo inexistente. Alvin Platinga dice que si es lógicamente necesario para un ser necesario el existir, Dios existe en tanto ser necesario.

            El argumento espiritual.  El problema cuerpo-mente sugiere que la relación de la conciencia con la materia se entiende mejor en términos de la existencia de un Dios espiritual que actúa sobre el cosmos dirigiendo su evolución y desarrollo.

            El argumento transcendental. La existencia de la justicia, la belleza o el amor,  como valores inmateriales, así como la existencia de la lógica, la ciencia y la ética, defienden al teísmo frente al materialismo.

            El argumento moral. Sostiene que la existencia de la moralidad depende de la existencia de Dios.

            El argumento de la apuesta de Pascal. Quien supone que aunque la existencia de Dios solo fuese una posibilidad, habría que apostar por ella.

            El argumento pragmático de William James, mostrando el valor positivo de la creencia en Dios en la vida de los creyentes,  el valor de la fe.

            El argumento del consenso mayoritario en la existencia de Dios desde el paleolítico y las tradiciones religiosas.

            El argumento anticontradición de Francis Collins, no ve ningún conflicto  entre en conocimiento científico y la idea de un creador.

            El argumento de la función de la conciencia. Al igual que la conciencia gobierna nuestro cuerpo, un Ente Espiritual debiera gobernar el Cosmos como conciencia cósmica.

    (Argumentos  obtenidos de Wikipedia que pueden ser consultados en ella para más detalles)

Conclusión. Considero decirle a mi amigo que le diga a su hija que busque a Dios en sus acciones y manifestaciones como creador y guía a través del universo. Creo en la tesis de Carl Jung sobre que el universo es un conjunto armónico y coordinado, en orden a preservar y potenciar todos los seres que le integran, actuando a las órdenes del la inteligencia divina mediante un proceso que él llama de Sincronización. Para Jung, siempre que produce una sincronización por el encuentro de dos entes en el mismo sitio en el mismo instante, se produce un efecto causal. Cada uno de nosotros existimos individualmente, por una sincronización ocurrida cuando nuestro padre y nuestra madre coincidieron en algún sitio, en el mismo momento y se conocieron. Y por sincronizaciones entre quarks se formaron los protones y neutrones y por sincronización entre átomos de oxigeno e hidrogeno se fue formando el agua y por sincronización de dos rocas, una fija y otra móvil, se despeño la antes fija por la ladera. A través de la sincronización, el universo cuida de los seres que le constituyen como conjunto sistémico. Tenemos todo un universo cuidando de cada uno de nosotros. Miles de millones de plantas con clorofila y de enjambres de plancton trabajan para nosotros elaborando el oxigeno que respiramos. Detrás de ese gran plan cósmico que descubrimos por la cosmología y las ciencias físicas y químicas, se intuye la mano de Dios. Estamos en buenas manos.

Nota: Como introducción a la cosmología, aconsejo consultar en mi web de YouTube ;


https://youtube.com/playlist?list=PL9nS4wPk8aHn-5jr4COhNQR9dE-jJVPHk