sábado, 16 de mayo de 2015

El Idioma de los Hijos del Sol





Durante los meses que estuve dando clases en Perú, me interesé por el idioma quechua. Con las notas de campo que estuve recogiendo, elaboré un pequeño manual para mi uso personal que, a mi regreso a Madrid, quedó perdido durante años en algún estante de mi librería, del que ha sido rescatado estos días con ocasión de mi reciente mudanza. Al releer esas páginas, vuelvo a sorprenderme con algunos datos que considero pueden serle de interés al tipo de lector, culto y curioso, que normalmente accede a este blog.

Mi primera sorpresa, vino dada por la dispersión geográfica de las lenguas aglutinantes. Si la comparamos con la agrupación de las leguas de nuestro entorno, latinas, germanas o eslavas; las aglutinantes nos sorprenden por su distanciamiento. Entre las principales lenguas aglutinantes vivas, destacan, por el volumen de hablantes: el esquimal, el turco, el coreano y el quechua. Es como si su lugar de origen común fuese tan inhóspito, que sus habitantes hubiesen hecho todo lo posible por alejarse de sus raíces hasta los confines más remotos que pudieron alcanzar.

El siguiente dato es que, frente a mi ignorancia de entonces sobre la situación de las lenguas vivas sudamericanas, descubrí que, junto al castellano y al portugués, seguían utilizándose ampliamente algunas lenguas precolombinas; siendo el quechua utilizado cotidianamente por un mínimo de ocho millones y medio de hablantes y que, a falta de un censo fiable, hay estimaciones que afirman que pueden llegar a ser once millones las personas que hablan quechua.

También me resultó sorprendente la extensión del quechua. Con diferentes variantes dialectales, se habla el quechua a lo largo de toda la cordillera andina, incluyendo zonas de Argentina (Santiago del Estero, Figueroa, Moreno, Tenuelche…), Chile (Mapudungun, Norte de Chile…), Perú (Huacrachuco, Chapín, Pasco, Huanuco, Pomabamba, Cotahuasi…), Ecuador (Rios Aguarico y Putomayo, Cayambe…), Bolivia (Región de Apolo, La Paz…), Colombia (Lago del Napo, Rios Aguarico y Potomayo, Valle de Sibundoy…) y un pequeño grupo en Venezuela (Yukpa).

El quechua fue la lengua oficial del Imperio Inca o Tawantinsuyu. Frente a las lenguas flexivas a las que estamos acostumbrados, que se conjugan y/o declinan, el quechua es una lengua aglutinante con un gran número de sufijos e infijos que se añaden a las raíces verbales y nominales para matizar su significado con gran precisión y que se van acumulando. Por ejemplo, el interrogativo no es tonal, sino que viene marcado con el enclítico –chu o los sufijos –tah y –ri, permitiendo distinguir si la pregunta hace referencia al sujeto, al complemento o al verbo; así, la pregunta ¿Quieres cebiche? Puede traducirse por:

Qanchu siwichita munanki  ¿Eres el que quiere cebiche? (Interés por el sujeto)

Qan siwichitachu munanki   ¿Es ceviche lo que quieres? (Interés por el complemento)

Qan siwichita munankichu    ¿Quieres ceviche? (Interés por la acción)

El quechua no es una lengua tonal, pero tiene morfemas tónicos y átonos, así, -chá (con acento) significa “duda”. Por ejemplo: Kaypi es “aquí”, por lo que Kaypichá significa: “Puede que sea aquí”.

Pero –cha (sin acento) es diminutivo. Por ejemplo: Wasi es “casa”, por lo que Wasicha es “casita”.

Las raíces, tanto verbales como nominales, también pueden agruparse varias en una misma palabra, por lo que la morfología permite aglutinar palabras con un largo número de fonemas significativos que integran múltiples raíces, infijos y sufijos.

Por ejemplo Wakchawawanchikkunallatapas  significa “Por lo menos (además y sólo), a nuestros niños huérfanos”.

Wakcha=huérfano
Wawan=de padre o madre
chik=nuestro
                                nuestros
kuna=plural
ta=complemento directo, a
lla=solo
                                por lo menos
pas=además

La estructura sintáctica del quechua es la de OSV (objeto, sujeto, verbo) si bien en las zonas bilingües, predomina la estructura SOV por influencia del castellano. Como excepción, cuando el sujeto es un pronombre, aparece al final como sufijo del verbo.

Hay numerosos préstamos del español al quechua actual, como: dansay, bailar; jodey, molestar; kasaray, casarse; llabey, echar la llave, okupay, utilizar; marchay, caminar…

Y palabras quechuas que enriquecen el castellano, como: condor, coca, guano, gaucho, inca, llama, quinina, puma, pampa…

Por último, el saludo quechua consiste en recitarle los mandamientos al saludado,

Hola, buenos dias, que tál…o equivalentes, se dice:

Ama sua, ama llulla, ama qella

“No robes, no mientas, no seas perezoso”.

Para más información sobre la lengua y cultura quechua, ver, entre otras muchas páginas web sobre el tema,

http//www.ullanta.com/Quechua

3 comentarios:

Carlos del Ama dijo...

Recibido por e-mail:

Muy interesante
Aquí van algunas expresiones de las que me acuerdo de cuando estuve en Ecuador:
- Guácala: qué asco
- Achachai: qué frío
- Ccaya: hasta mañana

Mateo

Carlos del Ama dijo...

Recibido por e-mail:

Chévere. Interesante

Miguel

Renato dijo...

Tus artículos, querido Carlos, siempre son interesantes y sobre todo sugestivos. Me has hecho recordar la vez que estuve en Cuzco ( de turista) y en Sacsahuyaman un vejete con una pequeña guitarrita parecida a un timple nos canto a Pilar ( mi primera) y a mi una canción por unos pocos soles. Nos dijo luego cuando nos hicimos una foto con él que la canción era un viejo canto quechúa. No se nada mas de ese antiguo lenguaje del pueblo de los incas.

Pero leyendo en tu artículo ese uso de los sufijos y los prefijos me ha venido a la mente la importancia que la entonación tiene en el devenir de la comunicación hablada. Quizas mas que la propia gramática.
A Gulliver cuando está en la academia de Laputa le hablan de un proyecto de lenguaje que no cansaría los pulmones. Consistía en llevar en un saco todos los objetos que iban a ser utilizados en la conversación. Ingenioso ¿No?
Jack Vance, un escritor de Ciencia Ficción escribió una novelita corta que se llama "La mariposa lunar". En ella cuenta que las personas de un planeta extraño para comunicarse no podían enseñar su cara y hablar llanamente sino que tenían que llevar una mascara que ocultara su rostro y denotara su estatus social. Ademas siempre se acompañaban de música y sonidos para reforzar su estado de ánimo en la conversación. Algo así como las mascaras de la antigua tragedia griega pero mas refinado.

Al disponer el ser humano de cinco sentidos, la comunicación no llega simplemente por la lógica estructuración de un lenguaje estrictamente verbal.Hay codificaciones unas veces innatas y otras culturales que refuerzan los mensajes.

Asi pues el viejo y polvoriento castellano, con sus vocales tan puras no aporta la musicalidad del Francés ni el sentido del humor de italiano. Los acentos son un enriquecimiento del lenguaje que dice una bibliotecaria malagueña amiga mía. Catalán, gallego y andaluz hacen mas humano nuestro directo español.

Gracias por hacerme pensar en cosas peregrinas.