viernes, 10 de febrero de 2017

Economía con karma

El libro Economía con karma ya está a la venta, puede pedirse en librerías o pedirlo a Amazón en http://amzn.to/2pZ91Oo . El objetivo del libro es animar y ayudar al lector a reflexionar sobre temas económicos que le afectan. Pretende ser de interés tanto para economistas como para quienes no lo son, pero quieren conocer los fundamentos de la economía y entender en profundidad asuntos como la crisis, las implicaciones del Brexit, los riesgos de la era Trump o las amenazas y oportunidades de la UE. Si bien está escrito en tono coloquial, con criterios pedagógicos (los cálculos matemáticos se han recluido en un anexo reservado a los profesionales, especialmente a los profesores y alumnos de economía), constituye un análisis riguroso de los temas que trata.  Una economía con karma, con énfasis y atención en lo que se hace y en cómo redunda en los demás lo que hacemos, contribuiría a hacernos generosos, plenos y gozosos. El hombre es homo faber, se identifica por lo que hace, no por lo que consume.

La estructura mecánica que tradicionalmente se impone a la teoría económica surge del intento de lograr una teoría altamente predictiva. El énfasis en encontrar repeticiones, reiteraciones y ciclos mecánico contrasta con la estructura orgánica de la economía expuesta a la evolución, el crecimiento y el desarrollo no exenta de innovaciones y novedades. Mientras que en las ciencias naturales los fenómenos se originan por causas, los hechos de las ciencias humanas ocurren por fines, dado que son actos humanos realizados con una finalidad. Las relaciones causales permiten predecir y explicar los fenómenos, porque la relación causal es determinista, lo que nos permite conocer tanto a que distancia llegará un proyectil lanzado con un determinado cañón conociendo la dirección y el ángulo con el que se dispara como calcular el ángulo necesario para alcanzar una distancia determinada. En el caso de la economía, como en el de la historia o la política, resulta difícil hacer preediciones, ya que normalmente, las intenciones de los agentes económicos no son conocidos, pero como esas intenciones se hacen públicas en los actos que motivan, son ciencias observacionales que permiten establecer registros y realizar análisis retrospectivos, con la ventaja en el caso de la economía, de que al ser cuantitativa, se pueden recoger estadísticas y analizarlas en busca de pautas, correlaciones y tendencias, a sabiendas de que siendo datos históricos, pueden truncarse en cualquier momento y no mantenerse en el futuro.

El libro es una reflexión metódica sobre el conjunto de la economía. Parte del concepto de propiedad, sobre el que se reflexiona en profundidad en busca de su origen, motivación y justificación, analizando cómo se obtiene la propiedad, cómo se justifica y cómo se cede mediante el don, la donación. Toda donación induce la reciprocidad y, con el tiempo, las donaciones se estructuran en la práctica del trueque, que es una doble donación mutua. El trueque hace que se vaya dando más importancia al regalo recibido que al regalo otorgado, hasta un punto en el que, tras aparecer el dinero, cuya esencia y funciones se estudian en detalle, aparece el mercado y el concepto del don se pierde tras el anonimato del dinero, quedando triunfante lo adquirido y forjándose el concepto de adquisición y compra. Las teorías económicas se centran en el análisis de los diferentes mercados y suelen poner el énfasis en la demanda. Las políticas económicas de los gobiernos, después de Keynes, tienden a buscar fórmulas de estimular la actividad económica mediante medidas que aumenten la demanda. La teoría de Keynes, que no es más que la transcripción del relato de José en Egipto, aconsejando ahorrar durante las vacas gordas para poder gastar cuando sean flacas, es ignorada por los gobiernos en su primera parte e interpretada como que se ha de gastar en las crisis lo que no se tiene y fomentar la demanda. El énfasis en la demanda y el consumo nos hace egoístas, insatisfechos e infelices. Una de las tesis del libro es que hay que recuperar el gozo del don enfocando la atención en la oferta, en lo que se hace y se ofrece, actos que se fundan en lo que hacemos para otros y por otros, como fórmulas de autodonación . Una economía con karma, con énfasis y atención en lo que se hace e interés sobre cómo redunda en los otros lo que se hace, contribuiría a hacernos generosos, plenos y gozosos. En el texto se reconsideran aspectos clave de la teoría económica, cuestionando algunos principios básicos de la economía tradicional.

Recientemente, está creciendo el número de empresas con interés en los Stakeholders y no solo en los Stockholders, es decir, no solo en los inversores sino en todos los afectados por la actividad de la empresa: personal, clientes, proveedores, vecindario... Son las Empresas con Karma. Recordemos que Karma significa acción o energía trascendente que se deriva de los actos, palabras y pensamientos de las personas.

No todas las personas somos iguales ni todos los gestores y emprendedores de negocios tienen las mismas prioridades. Unos buscan crecer, otros prestigio, otros hacer cosas, otros buscan el poder, otros relaciones sociales y también los hay que solo quieren hacerse ricos, pero al considerar intereses subjetivos, hay tantos como individuos. Un claro objetivo a maximizar por todos es la autorrealización. Hacer de cada uno de nosotros mismos la mejor versión posible de todas las que podíamos ser. Somos lo que hacemos. Buonaroti se hizo Miguel Angel esculpiendo el David y pintando la Capilla Sixtina y Cristóbal se hizo Colón descubriendo América. Somos el producto de lo que hacemos, no de lo que compramos, por lo que hemos de cuidar lo que hagamos y progresar por el camino seguro de la oferta.

En términos económicos, podemos identificar la autorrealización con lo que, a nivel teórico, los economistas denominan satisfacer la Función de Utilidad. La maximización del beneficio, lo que hace es incrementar el presupuesto disponible pero el objetivo personal se encuentra en maximizar la función de utilidad. Si el presupuesto impide el acceso al punto óptimo de satisfacción, no se puede maximizar la Función de Utilidad, por lo que tanto el beneficio para las empresas como los ingresos para los individuos son una resticción a superar, pero no un objetivo a maximizar. Cuando se alcanza la utilidad deseada, a partir de un determinado presupuesto disponible, incrementar el presupuesto no resulta necesario. Aunque el coste fuese cero, no se puede beber más cerveza en una barra libre de la tolerable. Somos finitos y nos saturamos.

Quedando claro que el beneficio es un posibilitante, un medio y un requisito para lograr lo necesario, no un fin en sí mismo. Por tanto, maximizar el beneficio no puede ser un objetivo, máxime si eso implica renuncias a la calidad de vida, lo que incidiría directamente en una disminución del valor de la función de utilidad. En la práctica, ninguna empresa se fija maximizar como objetivo, sino cumplir presupuestos finitos que cubran las necesidades de gasto y proporciones beneficios realistas y suficientes.
           
No son esos los únicos temas del libro, que incluye toda una reflexión sobre la actividad económica, desde diversos puntos de vista, considerando diferentes aspectos de la economía y dedicando bastante atención a comparar algunas teorías económicas y a analizar las políticas económicas de los estados que, de manera tan determinante, condicionan el quehacer empresarial y la vida de sus ciudadanos. Reflexionando, por ejemplo, sobre cómo mejorar la aplicación de la teoría de Keynes en las crisis, las deficiencias a corregir en el neoliberalismo o los errores de las políticas económicas del régimen bolivariano en Venezuela. 

El libro concluye con un análisis de la crisis de las sub-prime que nos ha tocado sufrir, junto con una reflexión sobre el Brexit y otra sobre la política anunciada por el Presidente Trump o trumpismo, se proponen medidas que aceleren la recuperación económica y el empleo, incluida una propuesta para deshacerse de la deuda pública.

Para más información (pincha aquí)
           

5 comentarios:

Carlos del Ama dijo...

Recibido por email:

No lo veo claro. Si el trabajo compensa con un salario en un contrato donde las partes entran libremente, debería ser suficiente. El gobierno puede crear parámetros adicionales como un salario mínimo, indemnización de despidos, baja de maternindad... y el derecho de los trabajadores de asociarse y negociar. Si el contrato incluye una participación o una promesa de participación si se llega a socio, pues eso es parte del contrato y la compensación. Si el capital decide en algún momento dar parte de la propiedad de la empresa a un empleado o varios empleados o todos por encima de lo acordado como compensación laboral, pues tiene toda la liberta de hacer lo que quiera. Ahora sí un empleado que lleva 20 años trabajando en una empresa con una compensación acordada libremente entre las partes y de repente tiene derechos de propiedad sobre esa empresa, pues no lo tengo nada claro. Y si fuese así, como y cuando se reparte el pastel entre los varios trabajadores, los que se jubilaron, los que se fueron, los que acaban de llegar, los que son un poco vagos, los que llevan poco tiempo pero por su trabajo, ideas o habilidades han generado un valor tremendo en la empresa...

Nuestro fondo de "Conscious companies" se basa en empresas que no se enfocan solo en los accionistas, pero también en los empleados, proveedores, y en las comunidades donde operan. Si tratas bien a todos los "stakeholders" no solo tienes un impacto positivo en la sociedad sino que además es posible que a la empresa la vaya incluso mejor. Dar participación a los empleados en la empresa puede ser una forma de tratar bien a los empleados.

Bruno

Carlos del Ama dijo...

Es interesante pero utópico. El beneficio que la empresa pueda aportar a sus socios es el motor para generar acceso a nuevo capital que permita nuevas inversiones para el crecimiento, la diversificación, etc., que es lo que producirá la supervivencia sana de la empresa. Por supuesto contando con un buen equipo directivo que sepa marcar la estrategia adecuada para cumplir los objetivos de la misma.

La socialización de la propiedad ha fracasado en la mayor parte de los casos (un buen ejemplo es la antigua Yugoeslavia). Aquí en España, sobreviven las cooperativas del Grupo Mondragón (con algún sonoro fracaso como la quiebra de FAGOR, hoy en manos de una sociedad privada francesa ) y las de sectores agrícolas y ganaderos, que tienen sentido para ganar tamaño, racionalizando costes y teniendo una posición más fuerte para las ventas.

En el 95% de los casos, las empresas y sus correspondientes puestos de trabajo, no existirían si no hubiera unos accionistas que arriesgan su dinero esperando obtener un legítimo beneficio.

Luis

Carlos del Ama dijo...

Contestando a la vez a Bruno y a Luís, reconozco que el libro es polémico, pues cuestiona ideas arraigadas en la teoría y la práctica de la economía. Lo es porque pretende serlo. Es una reflexión radical sobre las raíces y las prácticas de la economía como actividad fruto de la convivencia que condiciona la convivencia. La cuestión de la propiedad no es la única.

Comencé fundando la reflexión sobre el concepto de economía, pero descubrí que la base era la idea de propiedad. Si miráis el índice, que incluyo en el siguiente comentario, lo primero es la propiedad. Durarte varias páginas se analiza la razón de la propiedad, cómo se consigue y cómo se transfiere. Fundamentalmente, se adquiere por apropiación y se cede por donación. El intercambio es un doble donación incentivada por lo recibido, haciendo que la adquisición vaya ganando, poco a poco, interés y peso sobre la donación hasta trasformarse en compra.

El modo primario de apropiación, por recolección, extracción o elaboración, supone algún tipo de esfuerzo o trabajo y cuando el trabajo es colectivo, en equipo, la propiedad es compartida. La idea, y la cuestión, es si el trabajo puede ser capitalizable. Si lo que se hace es para consumo propio o puede hacerse algo como inversión. Consideremos el caso de construir una canoa entre dos para ir a pescar. La canoa es de ambos y, en función del esfuerzo de cada uno de ellos y el acuerdo al que lleguen, uno podría tener mayor participación que el otro en la propiedad de la canoa. Supongamos que un tercero ha aportado la madera. Lo que planteo en el libro es si la canoa es sólo propiedad de quien puso la madera que se ha transformado en canoa y como la madera era suya la canoa ha de serlo, o la canoa es de los tres. Caben diferentes posibilidades en función de lo que acuerden. Mi tesis es que una de las posibilidades es que el trabajo pueda ser considerado aportación a la propiedad, que pueda capitalizarse como capital laboral. No entro en discutir cómo debe ser reconocido como aportación al capital ni qué proporción ha de ser salario ni en qué circunstancias si y en cuales no. Planteo que es una opción a tener en cuenta y que la respuesta será fruto de una negociación entre las partes y constato que hay muchos casos en los que se da o se logra participar en la propiedad de las empresas mediante el trabajo, algo evidente en el autónomo, las SRC, las SAL y las cooperativas.

Carlos del Ama dijo...

Economía con karma
Índice

Prólogo

La propiedad
La generación de propiedad
Transferencia de la propiedad

La economía

La ciencia económica
Funciones y valor del dinero
El precio
El control monetario
El Sistema Monetario Internacional
El circuito económico

La complejidad de la crisis
La crisis en España
Las teorías económicas
-El modelo Keynesiano
-El sistema marxista
-El sistema monetarista y neoliberal de Chicago 36
-La Escuela de Viena

Los Sistemas Económicos
Ideologías y ciencia económica
Pluralidad de sistemas concurrentes
Política económica
¿Libre Mercado o Economía Planificada?
Los problemas del libre mercado
-Las crisis económicas
-La pobreza de los marginados
- Los Trust y los Monopolios
- Las fugas de capitales
- la Calidad y Seguridad de los productos
-La especulación
-La saturación de los mercados
-La acumulación de riqueza

Innovación y Desarrollo, el recurso ilimitado
fruto de un proceso cuántico
Medidas para salir de la crisis
El problema de la deuda

El Brexit

El Trumpismo

Europa

Epílogo


Anexos

Visiones telescópicas de la economía

- Imagen termodinámica de la economía

- Imagen hermenéutica de la economía
El lenguaje
El lenguaje del mercado
El decir de las cosas
El espacio y el tiempo
La gramática mercantil
Semántica: El significado
Interpretación del lenguaje mercantil
Elementos del mercado
-La oferta
-La demanda
-La motivación
-La equidad
Instrumentos del mercado
-El presupuesto
-La publicidad
-El trato y el contrato
- El argumento de venta
- La tecnología
- La industria y el comercio
- Los productos derivados
- El dinero compromiso y representación
- La economía
Colofón

Anexo Matemático

GRAFICOS

Referencias

Carlos del Ama dijo...

Recibido por e-mail:

Les recomiendo la lectura del reciente articulo del blog de www.carlosdelama.blogspot.com y la adquisición de su libro “Economía con Karma” que estará disponible en las próximas semanas.

El articulo de Febrero y los índices de artículos preferidos por el autor y los lectores es muy interesante, así como su biografía, que incluye temas de la historia reciente del reino.

A mi regreso a España en 1984 creamos José Carlos Revuelta y yo un “joint venture” con la firma de auditores y consultores Deloitte (Multiconsulting) y colaboramos con la empresa APL informática de la que era socio Carlos, en el desarrollo de técnicas modernas de gestión de la tesorería, muy innovadoras.

Posteriormente participé en algunos de los cursos que se impartieron en Summa Consulting y comparto su análisis de cómo se puede “morir de éxito”, pues ha sido el destino de muchos proyectos prometedores que terminaron de forma parecida.

En una ocasión recomendé a Carlos como profesor a una universidad privada de Madrid, con el convencimiento de que era el mejor candidato y me sorprendió cuando me llamó para decirme que no lo habían aceptado porque .... LO CONSIDERABAN MUY LIBERAL. Los que conocen a Carlos comprenderán el mensaje de esta anécdota.

Amado L.