Frente
a las ciencias naturales, en las que los fenómenos que describen se originan
por causas, la
sociología, como ciencia humana, se rige por fines. Estudia actos humanos que
se realizan para alcanzar objetivos.
Los
objetivos de los individuos se suelen desconocer, por lo que los hechos sociológicos,
como los económicos, los históricos o los políticos, no se pueden predecir. Sin
embargo, una vez ocurridos se pueden analizar y explicar, porque las intenciones subjetivas se desvelan en
los actos objetivos que provocan. La gestión urbanística del Ayuntamiento podemita
de Madrid lleva ya acumulados suficientes actos como para poder identificar
pautas de comportamiento y establecer una conjetura plausible sobre sus
intenciones y objetivos.
Mi pregunta es sencilla
¿Que razones tiene el Ayuntamiento para
paralizar tantos proyectos?
Empieza a ser evidente que el urbanismo se utiliza en Madrid como
herramienta para una operación de ingeniería sociológica. Los hechos ponen
de manifiesto que el objetivo es trufar la ciudad de guetos que trastoquen la
distribución del voto de la ciudad redistribuyendo la población para adaptar el
censo a conveniencia del partido que gestiona el urbanismo.
Para
redistribuir una población
se necesitan dos recursos:
Poblaciones que asentar
y
Solares en los que asentarlas
Las
poblaciones se obtienen
de dos fuentes:
Emigrantes que se importan de fuera y
Colectivos que se reubican dentro de la ciudad
A su Plan de reubicación, el Ayuntamiento
lo llama
Reequilibrio
del desequilibrio Norte Sur
Presentan como una aberración el que en
el norte se localicen preferentemente residentes de mayor poder adquisitivo que
en el sur. Situación que en opinión de los responsables de urbanismo hay que
corregir, trasfiriendo vecinos menos favorecidos económicamente, del sur al
norte.
Como
le dije al Concejal Calvo en Bellas Artes, en la reunión sobre Urbanismo en la que se presentó este
Plan, la causa del desequilibrio Norte-Sur, que es más bien Nor-Oeste Sud-Este, no una situación anómala y
provocada que haya que corregir, sino un hecho natural causado por el anticiclón de las Azores. Es el Anticiclón de las Azores, el que
hace que el viento dominante de la ciudad sea del Nor-Oeste, lo que provoca que
los humos se vayan al Sud-Este y las fábricas contaminantes, como la vieja
Manufacturas Metálicas Madrileñas se vayan al Sud-Este y junto a las fábricas contaminantes
las industrias auxiliares y con todas ellas los obreros se instalaron
voluntariamente en el sudeste, para estar cerca de sus trabajos, mientras que
en el Nor-Oeste de aire limpio, se colocan las
universidades, los hospitales, las oficinas, los Ministerios y las zonas
residenciales.
Tetuán, barrio diseñado por el Marqués de
Lozoya para acoger a los numerosos emigrantes rurales que llegaban a Madrid, se
ubicó en el nor-oeste no por ser ricos, que no lo eran, sino porque su
actividad rural no polucionaba, y para ejercerla se les proporcionó un corral a
cada uno en el que poder cultivar un huerto y cuidar aves, conejos y algún
cerdo, a fin de facilitarles su adaptación a la vida urbana. Gracias a los
Salesianos y al Colegio Maravillas, donde les enseñaron Comercio, sus hijos se
formaron para ser empleados de banca, administrativos, funcionarios, contables,
auditores y comerciantes urbanos que se quedaron en el norte de la ciudad, junto
a sus amigos y sus padres. No es el norte un enclave de ricos.
Para
atraer poblaciones que asentar colocamos una gran pancarta en el Ayuntamiento
invitando a los emigrantes a venir a Madrid, enviamos una delegación diplomática a Grecia
para buscar emigrantes enfermos que vengan a Madrid con sus familias a ser
tratados, mimamos a los ocupas, pretendemos cerrar los CIEs y vamos creando
guetos de marginados, como el de rumanos en Delicias. A los emigrantes se los
acoge y se los integra, no se los encierra en guetos para manipularlos
políticamente. El Papa, como autoridad
moral y emigrante, insiste y repite: Hay
que acoger e integrar a los emigrantes, no discriminarlos.
La necesidad de suelo público explica la obsesión por no monetizar a cambio de exigir ceder al Ayuntamiento
solares, el esfuerzo para intentar revertir a la propiedad pública solares privatizados, el énfasis
por obtener zonas para viviendas
subvencionadas en el seno de todos los planes urbanísticos en curso,
el plan de compra de viviendas por
el Ayuntamiento, la criticada compra de suelo con fondos sociales, compra de
edificios, como Alcalá 45, y terminaremos con el exprópiese, exprópiese a lo Hugo Chávez.
Las
paralizaciones irracionales e injustificadas de promociones como las de Castellana
Norte, Las cocheras de Cuatro Caminos o Raimundo Fernández Villaverde,
con la intención de vetar la instalación de colectivos con un perfil
sociopolítico indeseado por las autoridades municipales a fin de instalar en
su lugar colectivos marginados en un norte próspero que se visualiza
políticamente hostil por el partido en el poder municipal. Ese deseo injustificado de los concejales de Ahora Madrid
por redistribuir la población, atraer emigrantes y vetar el asentamiento de
familias trabajadoras integradas en el barrio de sus padres y no marginadas es
el que justifica las actuaciones urbanísticas.
Como
se lee en las redes sociales a coreógrafos y voceros de la política urbanística municipal, a
esos miles de familias cooperativistas a las que se niega instalarse en los
solares de su propiedad, comprados con ahorros ganados con gran esfuerzo
durante años, el deseo municipal es que se les devuelva su dinero y se marchen a
Seseña.
El
objetivo es trufar Madrid de Molenbeecks, como en Bruselas, donde el alcalde Philippe Moureaux, llevó oleadas de argelinos
primero, marroquíes después y luego todo tipo de árabes a viviendas
subvencionadas por el municipio para mejorar sus resultados electorales
mediante el voto agradecido de los favorecidos. Comenzando con su propuesta de
la Ley contra el racismo y la xenofobia de 1981 (conocida como
Ley Moureaux) su política consistió en atraer emigrantes al barrio, hacinándolos
en un gueto. Esa política le ha llevado a convertir el barrio residencial,
modélico y pacífico de Molenbeek en el santuario del terrorismo internacional.
Una zona en la que hasta la policía teme entrar salvo en gran número y bien
armados, como pasaba en la Kasba
argelina en tiempos del FLN y la OAS. Pero monsieur Moureaux feliz acaparando votos
agradecidos y reafirmado en su cargo con mayoría absoluta. Los atentados
terroristas de fundamentalistas en Europa se han fraguado en Molenbeeck.
Al menos tres de los autores de los
atentados de noviembre en París procedían de Molenbeek: Ibrahim Abdeslam,
Abdelhamid Abaaud y Salah Abdeslam. Uno de los autores intelectuales de
las matanzas del 11 de marzo de 2004 en
Madrid, Hassan el Haski, vivió "estancias prolongadas" en Molenbeek. Como
publicó el periódico vienés Die Presse:
"Molenbeek saltó a los titulares por
primera vez en 2001: Abdesatar Dahmane, asesino de Ahmed Schah Masud, héroe de
guerra afgano y terror de los talibanes, también era un habitual del centro
islámico de la rue du Manchester 18, famosa por las opiniones
radicales de sus habitantes; también lo era Hasán el Haski, sospechoso de estar
tras los atentados de Casablanca (41 muertos en 2003) y Madrid (200 víctimas en
2004). Las armas empleadas en el ataque contra el semanario satírico
francés Charlie Hebdo en enero de 2015 procedían de Molenbeek.
El yihadista francés Mehdi Nemouche, que provocó un baño de sangre en el Museo
Judío de Bruselas el año anterior, vivía allí. En agosto de 2015, Ayub el
Jazani salió del distrito para tratar de atentar contra un tren que efectuaba
el recorrido entre Ámsterdam y París".
En el método científico hay que
atenerse a los hechos. El análisis
de los hechos han transformado una conjetura plausible en una hipótesis
falsable, en el sentido de Popper. Agradecería demuestren que es falsa
aprobando los proyectos paralizados ya.
Si,
por el contrario, consideran que estoy en lo cierto, reformulo mi pregunta a
todos los concejales de Madrid ¿están dispuestos a colaborar con un plan tóxico
que ha de envenenar la convivencia de la ciudad?
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