miércoles, 11 de abril de 2012

Entender la economía

Para entender la economía hay que tener en cuenta la profunda diferencia entre las ciencias naturales y las ciencias humanas. Las ciencias naturales se rigen por causas, por lo que son predecibles, mientras que las ciencias humanas se rigen por fines, por lo que, con precisión, solo pueden ser explicables.

En química, física, etc, las relaciones causa-efecto nos permiten predecir en las dos direcciones; así, si conocemos con que velocidad, dirección y sentido lanzamos un móvil de masa conocida, podemos predecir a que distancia llegará ese móvil y al revés, sabiendo la distancia que pretendemos alcanzar, podemos calcular la velocidad con la que debiéramos lanzarlo; sin embargo, algo así no es siempre posible en sociología, historia o economía. Así, se podrán establecer correlaciones entre los precios y la demanda, pero no es tan fácil establecer si son los precios causa de la demanda o la demanda la que determina los precios. Son variables covariantes, no una la causa de la otra, razón por la que resulta paradójico pensar simultaneamente que si los precios bajan la demanda sube y que si la demanda sube los precios suben.

Las ciencias humanas, en las que el sujeto es el hombre, es decir, un ser dotado de libertad y, por tanto, ajeno al determinismo, es alguien que actúa por fines personales, por lo que siempre nos podrá sorprender. Siempre podrá surgir quien sea capaz de cruzar los Alpes con elefantes, atravesar el Mar Tenebroso en busca de un Nuevo Mundo, inventar el dinero como medio de pago o las hipotecas sub-prime, trastocando con ello todas nuestra expectativas.

Es cierto que, como cuerpo físico y como animal de instintos, el hombre también esta sujeto a determinadas causas. Si vamos en un autobús y el conductor da un frenazo, todos los pasajeros se verán impulsados inercialmente hacia delante, pero si el autobús para en una parada unos viajeros bajarán otros no, pues cada cual ha subido al autobús con un objetivo distinto y tienen previsto pararse en paradas diferentes. Claro que si el conductor para, abre las puertas y anuncia que le informan por radio de la central que hay una bomba a bordo, también serán todos los viajeros quienes abandonen el autobús, pues existe una causa común para bajarse.

No obstante, llevamos más de doscientos años de teoría económica basada en dos hipótesis: que la actividad económica se basa en el intercambio de productos y servicios equivalentes y que los agentes económicos basan su actividad en su intención de maximizar el beneficio. Hipótesis muy diferentes a la hipótesis newtoniana de la gravedad. No es que esas hipótesis no sean falsables, como nos pide Karl Popper en su teoría de la ciencia, sino que son probadamente falsas. Los intercambios se producen cuando ambas partes consideran que lo que entregan vale menos que lo que obtienen, que hay relaciones económicas forzadas, como la esclavitud, o impuestas, como en el monopolio, y que no todos actúan para optimizar su beneficio económico. Así, cuando los ingleses llegaron a Río Tinto y conocieron lo bajo de los salarios locales, decidieron duplicar los salarios, con lo que se encontraron que parte de la plantilla decidió trabajar solo media jornada. Con todo, sí podemos pensar que estadísticamente los intercambios tienden a la equidad y que los agentes económicos sienten predilección por maximizar sus beneficios. Que una ciencia sea básicamente estadística no es un problema grave, también la mecánica cuántica es estadística y es una ciencia física, el problema surge cuando las estadísticas conocidas no son aplicables a la nueva situación, cuando no hay extrapolación posible.

Otro problema con la teoría económica es que, dada la gran cantidad de variables involucradas, las relaciones económicas se establecen bajo el principio del coetibus paribus, es decir, en la hipótesis de que el resto de las variables no cambian, lo cual no es cierto, por las muchas realimentaciones de unas variables obre otras que actúan en la realidad.

Con todo, se pueden establecer relaciones entre variables que nos permiten tener indicaciones sobre el efecto de determinadas medidas económicas, lo cual nos ayuda a tomar decisiones y establecer políticas económicas razonables. La mayoría de esas relaciones se limitan a conocer el signo de una derivada, es decir, se limitan a saber que si una determinada variable sube, otra, correlacionada con ella, también ha de subir, mientras que otras variables, inversamente correlacionadas con aquella, han de bajar, pero difícil es saber cuanto subirá o bajara una variable concreta ante determinado impulso. No debe, por tanto, sorprendernos que, por ejemplo, haya medidas económicas tomadas por el Gobierno que sabemos que han de favorecer el empleo pero nadie pueda predecir el número de puestos de trabajo que se crearán con esa medida ni cuándo se crearán.

Con todo lo dicho en mente, si podemos identificar medidas adecuadas ante situaciones económicas concretas y, como muestra, tenemos lo publicado en este mismo blog en 2011 en http://bit.ly/HgEuvq

11 comentarios:

Renato dijo...

Querido Carlos:
Un pelín frívolo me parece tu comentario sobre la cientifidad diferente de las ciencias sociales versus las de la naturaleza.
La estadística es un instrumento científico y todas las ciencias son susceptibles de análisis estadístico. Dicen en teoría de juegos que en un juego de información completa, en el que no interviene el azar y es de suma cero,(se gana o se pierde al final de n movimientos) siempre hay una estrategia ganadora a favor o en contra del que hace el primer movimiento ( toma la primera decisión dentro de las reglas del juego.
El segundo principio de la termodinámica, afirma que en toda producción de trabajo se produce una degradación de energía, y la entropía del sistema aumenta.
La mecánica cuántica asigna a cada estado posible una función de probabilidad que solo colapsa ( se vuelve real) mediante la observación.
En estos momentos lo mas parecido al experimento de la doble rendija, es la política económica que propone el PP y a buen seguro que va a originar innumerables bandas de interferencia.
Dios está en todas partes y debe guiar nuestros actos, pero no se ha manifestado en qué quiere decir a efectos de recortes sociales "como Dios manda", que fue el latiguillo de Rajoy para no decir lo que iba a hacer si ganaba las elecciones.
La Patria es un sentimiento profundo que llevamos bajo la piel la mayoría de los nacidos de mujer, pero acusar de antipatriotas a los que protestan por unas medidas de dudoso efecto económico, es cuando menos chocante. Son acaso mas patriotas hispanos, Merkel y Sarkocy o el Fondo Monetario que las aplaude. A estos efectos recuerdo la fabula de Iriarte y el oso bailador, "Si me critica la mona llego a dudar, si me aplaude el cerdo, muy mal debo bailar"
Creo recordar que según Keynes, el beneficio en un mercado de competencia perfecta, deducidos todos los gastos, debe ser cero.
Por tanto Maximizar el beneficio no es una hipótesis. Es un objetivo que altera las reglas del juego. Es un resultado que se pretende.
No logro entender determinadas posiciones huimanas:
"Benid benditos de mi padre, porque tuve hambre y me disteis de comer por un precio ajustado a la oferta y la demanda, tuve sed y utilizasteis vuestro almacenamiento para que pagara mas, estuve desnudo y me convencisteis de que vuestros productos abrigaban mas aunque eran mas caros, etc, etc."
Y es que al fin y al cabo, si todo es maximizar el beneficio, para que queremos moral y buenas costumbres, y si los gentiles también van a ser nuestro prójimo, para que vamos a saber de políticas económicas.
No señor, leña al samaritano, hasta que pague mi deuda.
Un abrazo.

Carlos del Ama dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Carlos del Ama dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Carlos del Ama dijo...

La diferencia es real. La materia inerte está determinada. Laplace llego a decir que si sabiamos la posicion y la velocidad de todos los moviles del universo en un momento dado podriamos predecir como sera el universo en cualquier momento futuro.
El ser humano tiene imaginación y creatividad, por lo que puede imaginarse realidades distintas de las que vive e intentar recrearlas, lo que le hace libre y hasta cierto punto impredecible.
La estadistica es un formalismo matematico muy util para la ciencia, el problema de las ciencias sociales no es la estadistica, sino lo cambiante de las pautas estadisticas. No hay mas que seguir la evolucion de las cotizaciones en bolsa para ver las limitaciones de aplicar la estadistica a la economia. En un chorro de protones, la funcion de onda del spin de todos ellos es la misma en tanto no le midas, en economía, la distribución de la demanda cambia cada minuto.
El tema es ser consciente de las limitaciones de cada ciencia, aceptando que son ciencias. No faltan quienes ven en las ciencias sociales un arte. Yo estoy entre los que las considera "ciencias humanas", que hay en ellas observaciones empiricas útiles y verificables y que se pueden establecer hipótesis contrastables.

Renato dijo...

Querido Carlos:
No es mi intención polemizar científicamente sobre lo que hay de determinado en los hechos según los interprete la ciencia o la magia. En todo caso, estoy de acuerdo en que también mis opiniones resultan frívolas, por simples y apodípticas.

Independientemente de la arriesgada información de Laplace, condicionada por un condicional, que choca con la posibilidad de la completitud de un sistema y su coherencia, las trasmisiones sinápticas que condicionan el pensamiento podrían ser incluidas en el sometimiento a las mismas fuerzas gravitatorias, nucleares o electromagnéticas, y el principio de Heisemberg hace una salvedad sobre su certidumbre.
Todos nosotros Zombies.

Por supuesto que el ajedrez es un juego que puede jugarse de memoria, y tiene una estrategia ganadora desde el primer movimiento, para las blancas o para las negras. El hecho de que no podamos formalizar el grandísimo número de jugadas que sus 32 piezas puedan originar en los 64 escaques, por desconocimiento e insuficiencia tecnológica, no quiere decir que esa estrategia no exista.
De la misma manera, los aparentemente indiscutibles hechos de que un hombre no pueda elegir a sus padres, ni su fecha de nacimiento, ni su lugar de nacimiento, ni la educación que va a recibir, ni la alimentación que le va a nutrir en su desarrollo, ni el nivel social en el que va a desarrollar los primeros años de su vida, permite suponer que la decisión de subir o bajar del autobús, tomar un helado o no, o casarse con su vecina del quinto, o con la hija del jefe, va a ser libremente tomada.
Por tanto en la ignorancia de muchas variables y de las relaciones que pueden tomar con las conocidas, hablar de economía es hablar de doctrina.
Y hasta ahora, se viene demostrando pertinazmente que sea cual sea la doctrina económica que se entienda,y se defienda o combata siempre unos pocos han esclavizado a la mayoría.
Y es que el sentimiento de "clan" siempre ha primado sobre el de especie.

Algunos creemos que otra forma de pensar y actuar es necesaria, y que tratar de justificar cualquier modo de pensar actual es demagogia para preservar los privilegios que unos pocos reivindican apelando a distintas "falsas trascendencias".
Y es que el ser humano en el conjunto de la vida y la evolución es totalmente contingente. Mal que le pese.
Un fuerte abrazo.

Carlos del Ama dijo...

Creo que la libertad del hombre le viene de su capacidad creativa, de su imaginación, de poder pensar otras realidades distintas a la que le rodea y poder desearlas. La percepción de la realidad nos viene condicionada por nuestra experiencia anterior, nuestros conocimientos y, no hay duda, nuestros intereses, incluidos los privilegios disfrutados; de ahí la conveniencia del diálogo e intercambio de puntos de vista que, por lo menos, nos cuestionen.

Si no somos libres, no somos ni responsables ni somos “nosotros”. El caso es que podemos actuar contra todo impulso y contra todo pronóstico.

La realidad nos condiciona, pero no nos determina. No ya la realidad, sino nuestra visión de la realidad es la que condiciona nuestra forma de abordar los problemas y el acierto o desacierto en resolverlos nos afirma o corrige en nuestras creencias. El caso es que la verdad, es decir, la realidad, siempre termina por imponer su razón. Como el borracho que veía dos toros viniendo hacia él y colocándose entre los dos toros que no eran, le embistió el que sí era. La realidad es tozuda, por lo que la búsqueda de la verdad nos interesa para sobrevivir. La verdad se manifiesta en realizar predicciones acertadas de ahí la necesidad de depurar los modelos macroeconómicos. Vivir permanentemente en el error nos lleva, tarde o temprano, a cometer errores. El que no ve la farola que tiene delante terminará tropezando con ella.

Renato dijo...

Una pregunta simple.

Si no veo la farola, ¿cómo se que está allí? Debo pensar que puede haber una farola en cualquier sitio que yo no la vea, o debo creer a los que dicen que si la ven. Bien está rodear la farola que se ve, pero ¿lo está rodear una farola que no se ve? Y puestos a aceptar que nuestros sentidos nos engañan ... Toc. Me pegué con la farola. Es que estaba apagada.

Yo no tengo muy claro que es la libertad del hombre. Hay quien dice que consiste en poder elegir entre alternativas. Otros que es estar de acuerdo con lo que te obligan. Algunos solo hablan de Libertad para, o libertad de, vinculando esa palabra a unos pocos derechos y obligaciones impuestas por una moral supuestamente trascendente. Y tambien los hay que la libertad es el derecho de actuar unicamente en función del Yo y del Ello.

Pero en todo caso no creo que la libertad sea la capacidad de evadirse de la realidad que le rodea mediante la imaginación.
Eso convertiría al mundo en un manicomio lleno de esquizoides. Segismundo envidiando la libertad de un cristal, un pez, un bruto y un ave, que solo ha visto a lo lejos a través de un ventanuco, y de los que no tiene la menor idea de su realidad y muy poca de su aparencia.
Eso de que podemos actuar contra TODO pronóstico y contra TODO impulso es un poco exagerado. Quizás algunos puedan actuar a veces contra algunos pronósticos.Los menos. Tal vez la libertad sea algo que se deriva de detentar y ejercer el poder, y no de elegir, mas o menos libremente, a los que lo van a detentar. Esto desgraciadamente relaciona la libertad con la política de manera inequívoca.

La realidad se nos escapa totalmente. Nuestra percepción sensorial, nos obliga a la aceptación de algo exterior a nosotros. Mediante un consenso ( o una imposición) se elabora la construcción y definición de ese algo a lo que venimos a llamar realidad. Esta realidad "social" o "primaria", que condiciona nuestros actos, genera unas realidades secundarias y terciarias, de clan o de individuo. El conflicto entre estas realidades va a definir nuestro concepto de libertad. Un concepto que es siempre personal, pero que vamos a usar sistemáticamente como universal. Y de nuevo aparece el gusano Ouroboros.
En Macroeconomía, las tragedias personales se convierten en hechos colaterales inevitables y hasta deseables. Todo en función de una realidad trascendente que se define con palabras cuyo sentido solo está al alcance de la realidad individual de quien las inventa.
Los términos acierto y desacierto, solo tienen sentido en función de los resultados que se pretenden, los cuales nunca son universalmente aceptados.
El término error es mas difícil de matizar, porque se refiere al ajuste de una teoría con la realidad. Y dado que la realidad es una construcción a partir de la observación parcial de los hechos, todas las teorías se vuelven erróneas según aumenta la finura de los métodos de observación y medida.
Los errores que se cometen cuando vives en el error deben ser jndudablemente aciertos. Por tanto para ser libre, lo primero que hay que hacer es sentirse libre, y eso implica estar de acuerdo con uno mismo.
En fin, que como siempre terminamos hablando de Fe y de Doctrina.
Pero a vivir, solo se aprende viviendo.

Renato dijo...

Querido Carlos:
Esto no debería ser un diálogo. Mis equivocados granitos de alergia o de arena, y tus propuestas, deberían ser comentadas por muchos mas. Amigos que comenten y maticen.
Y sobre todo que descubran sus enriquecedoras opiniones, a ver si entre todos sintetizamos un camino mas satisfactorio para todos.
Es difícil, pero los pensamientos solo son inútiles si se los queda el que los piensa.
Un abrazo.

Carlos del Ama dijo...

Sería interesante conocer otras opiniones e Internet permite que puedan ser numerosas, pero lamento que la popularidad de este blog sea tan limitada, aunque quién sabe, si seguimos intentándolo podríamos hasta doblar la audiencia.

Respecto a la farola, mientras no te des con ella, no importa que no la veas.

Dicen que hay otros muchos universos que no vemos y, mientras no choquemos, tan felices

Aunque en la teoria de las cuerdas hay quien afirma que el Big Bang comenzó con el choque de dos universos paralelos en forma de supermembranas. Si localizo algo sobre el tema te lo envio.

Carlos del Ama dijo...

Sería interesante conocer otras opiniones e Internet permite que puedan ser numerosas, pero lamento que la popularidad de este blog sea tan limitada, aunque quién sabe, si seguimos intentándolo podríamos hasta doblar la audiencia.

Respecto a la farola, mientras no te des con ella, no importa que no la veas.

Dicen que hay otros muchos universos que no vemos y, mientras no choquemos, tan felices

Aunque en la teoria de las cuerdas hay quien afirma que el Big Bang comenzó con el choque de dos universos paralelos en forma de supermembranas. Si localizo algo sobre el tema te lo envio.

Renato dijo...

Unos dicen que cada vez que dos universos paralelos chocan, se produce un big bang que genera otro universo. Así pues el metauniverso debe estar lleno de universos paralelos.

Otros dicen que cada vez que se produce la observación de un hecho, el universo se bifurca en tantos universos como su función de probabilidad admite.

Yo no se si habrá algún universo en el que n-Renato no se haya equivocado nunca.
En este tuyo y mio si miro para atras, me arrepiento de todo pero no cambiaría nada.
Un abrazo.